Lo
que aquella vez me enganchó, hoy no sé donde lo perdiste. Quizás la
culpa fue mía por pensar que tenía que ser esa sonrisa, tenía que ser
esa voz, esa locura, tenía que ser esa risa tímida la que me hacía
sonreír a mi cada día con sólo escucharla, por pensar que tenías que ser
tú. Nada me consuela porque pudimos y no fuimos, seríamos uno si no
pensaras en dos, "seríamos" si desconocieras la conjunción pero,
quisiste pero con eso no valió. Es jodido pensar, pensar el hecho de
que pudiendo no quieras, porque cuando quieras, no podrás.
- Pude quererte mucho, pero más me quiero a mí.
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