- ¡Cariño, te he echado de menos!.
Son pequeños detalles solamente, un whatsapp 10 minutos antes de salir de trabajar que ponga:
- ¡Estoy aquí abajo, hoy te llevo a casa yo grandullón, te quiero!
Alguien a quien abrazar porque si, tirarme en el sillón a ver una película teniendo que soportar pelos en mi cara, pies fríos en mis gemelos y suspiros de aburrimiento para que cambie de canal si la película es de acción y no de amor, sentir esa mala gana de levantarte a por su helado que se le olvidó traer antes de estar perfectamente cómodo.
Discutir porque yo quiera campo pero ella quiera playa, acabemos en la playa con mi cara de gruñón mosqueado, ver que ella está más habladora de la cuenta, más simpática de la cuenta, me pregunta que emisora quiero poner hoy o incluso si se me apetece parar en alguna gasolinera para comprarme mi golosina favorita, Notar como intenta ganarme con buenas caras, con amabilidades de optar por opciones que en cualquier otro momento ella ni de locos me dejaría elegir, notar como hasta ella se ve excesivamente amable para que yo no me enfade.
Sentirme feliz estando de gruñón es algo raro, pero muy gratificante.
Alguien en quien coger mucho mucho coraje espontaneo, cuando quiero salir a la calle de noche pero me vea sin ninguna chaqueta decente porque todas las tenga ella.
Trasnochar, abrir un ojo y poder ver a alguien en frente de mi el fin de semana, pensando: "Que afortunado soy de tenerte" en vez de pensar: "¿Qué hace esta mujer aquí que aún no se ha pirado a la casa?"
Alguien a quien mirar a los ojos, que pueda coger su mano mientras hagamos el amor.
Regalos inesperados.
Planear viajes con lo puesto, teniéndonos uno al otro y no más.
Yo quiero encontrar alguien que entienda mi historia, que haya caminado
por un camino similar al mío con los zapatos igual de rotos que yo, que
sepa lo que es el dolor, que sepa lo que es sufrir por alguien, que
sepa lo que es pasarlo mal por alguien que no te haya valorado, que no
te hayan sabido querer, que luchara por algo que estuviera perdido, que
haya sentido la amargura de los celos, que esperara por algo que jamás
llegó, que diera oportunidades a quien no las mereciera, que haya
llorado por amor, que haya soportado una infidelidad delante de su cara.
No quiero amor, tampoco quiero personas que crean en el amor.
Quiero sentir un corazón roto que vuelve a latir, ver brillar a unos ojos secos de tanto llorar, besar con cariño unos labios que hayan sido mordidos por ella misma de la rabia, darle calor a una mano que haya golpeado alguna mesa porque se haya olvidado de su aniversario, hacer reír a la garganta que en su momento se quedó sin voz de chillarle al que flirteara con otra, ilusionar a alguien haya dejado de soñar.
Lograr hacer sonreír con el cariño que le das a alguien que ha sufrido por el amor, es quizás una de las cosas más increíbles que puede hacer una persona por otra.
Quiero esto, no quiero amor.
El amor duele, la empatía sana.
No quiero amor, tampoco quiero personas que crean en el amor.
Quiero sentir un corazón roto que vuelve a latir, ver brillar a unos ojos secos de tanto llorar, besar con cariño unos labios que hayan sido mordidos por ella misma de la rabia, darle calor a una mano que haya golpeado alguna mesa porque se haya olvidado de su aniversario, hacer reír a la garganta que en su momento se quedó sin voz de chillarle al que flirteara con otra, ilusionar a alguien haya dejado de soñar.
Lograr hacer sonreír con el cariño que le das a alguien que ha sufrido por el amor, es quizás una de las cosas más increíbles que puede hacer una persona por otra.
Quiero esto, no quiero amor.
El amor duele, la empatía sana.
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