Fue un papel muy duro el que tuvimos que interpretar, ya sabes, esos papeles que te asigna el destino sin que tu sepas que eres la actriz, solo te das cuenta cuando todo ha pasado y no comprendes las razones por las que sucedió. Te desesperas buscando una respuesta, pues nunca pensaste que podías llegar a actuar de cierta manera... lo sé, sé que aveces el papel puede resultar doloroso y que desemboque en que haya personas que todavía clasifiquen a los demás y te pongan a ti como el malo. Sé que hasta tú te has podido estar castigando. Pero créeme si te digo que no mereces ser castigado por algo que no pudiste escoger, por una decisión que en su momento ya estaba escrita en tu guion de la vida. Y aunque no fuera tu intención, cuando heriste a alguien con tus acciones, le hiciste más fuerte, cuando le fallaste, le ayudaste a luchar contra los demonios internos que limitaban su existencia. Así que no te sientas culpable, no te castigues más por lo que pudiste haber causado, deja de llorar y de clasificarte tu como bueno o como malo. No hay razón para seguirte flagelando. Tan solo has hecho lo que hacen todos, tomar decisiones que con tu absurda clasificación, las calificas de erróneas, cuando en realidad la explicación es muy simple: Así como un día fuiste el alumno, hoy te tocó ser el maestro.
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