No hay peor regalo que la ingratitud. Cuando te preocupas y respondes a cierta gente y éstos no te lo agradecen. A veces, es propio del carácter de la persona. El típico que “no cae” en darte las gracias o aquel que, sin querer, nos hace un feo.
Luego está la gente que es mala por naturaleza. Se han ganado la fama y sus actos lo demuestran. Pero, ¿quién es el malo y quién es un necio? Puede se que sea difícil; nuestros puntos de vista son muy diferentes y lo que para mi está bien para ti está mal.
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