La rutina me tenía aburrida en cuestiónes de sexo con mi esposo nunca terminaba insatisfecha, siempre bastaba una mirada, una palabra para saber que por la noche tendriamos acción, incluso no se necesitaba que llegara la hora de dormir, solíamos hacerlo en los lugares mas inesperados.
En los estacionamientos de los centros comerciales, en los baños de las fiestas, recuerdo incluso que una vez estabamos en una reunión de compañeros de su generación, como costumbre siempre nos buscábamos la mesa mas retirada para poder tener cierta privacidad, y poder tocarnos en cada momento, en aquella ocacion sin yo esperarlo tomó mi mano la bajo lentamente de la mesa para ponerla sobre su miembro, eso no fue lo raro... de echo era muy común solo que fue distinto, esta ocacion lo tenia fuera del pantalón.
Mi sorpresa no fue el echó, si no que de inmediato lo quería sentir dentro de mi, en esa fiesta llevaba una falda un poco amplía, algo que sin saber nos ayudó a tan tremenda aventura, en el momento que apagaron las luces para hacer un brindis de generación yo aproveche con tanta maestría que ni yo lo podía creer lo que ahi sucedia, levante mi falda en un solo movimiento para sentarme sobre mi esposo, su miembro seguia erecto y muy mojado, porque yo no paraba de acariciarlo, para variar llevaba ropa interior muy ligera que no costo nada de trabajo hacerla a un lado para sentir como el entraba en mí, todo fue tan rapido que no pude evitar escapar un leve gemido, mi esposo acomodo la falda de ambos lados para que no se viera nada, sentada sobre el con mi copa en en mano, mis movimientos eran demasiado discretos, pero lo suficiente para sentir como entraba y salia de mi, el no decia palabra alguna pero sus manos lo hacian por el, sentia como con la mano izquierda apretaba mi cadera, no para detenerme, si no para jalarme hacia el y asi el poder entrar mas en mí, yo no me detenía, quizas fue por toda la gente al rededor que habia y lo intrepido de mi actuación, pero no tardamos en terminar los dos, se acercó a mi oído para decirme -no te detengas que ya estoy a punto. Y depues mordió mi hombro yo por mi parte sentía lo mismo cuando mi esposo comenzó con ligeros espasmos yo tambien sentia como mi cuerpo se tensaba un placer inmenso recorria mi cuerpo, sin poder detenerme incline mi cabeza casi al punto de tocar mi hombro, sentia como un liquido tibio inundaba mi entrepierna yo sentia como mis piernas temblaban por ese placer tan íntimo que delante de tantas personas se magnificaba.
Quizas el echo de que nuetra travesura salió bastante bien delante de tanta gente, me hacia tener una sonrisa de oreja a oreja pero aqui estaba el problema pararme para dirigirme al baño sin que se notara que las piernas me temblaban.
Bueno esa solo fue una de las tantas ideas locas que teniamos para el sexo, la dificultad o lo espontáneo del acto lo hacian algo sublime. Pero ro yo en mi egoísmo queria algo más aunque en realidad no sabia que era, hasta que un dia encontre un libró llamado.
"sueños húmedos" lo comencé a leer y en realidad me parecía muy interesante, sobre todo porque se suponia que te daban las bases para poder controlar tu sueño, asi que mi mente no tardo en divagar en lo que podría hacer.
Esa misma noche caí fundida en la cama porque mi trabajo en el día fue muy pesado, no tarde en conciliar el sueño, estando profundamente dormida me veia a mi caminado por un pasillo largo y oscuro no sentia miedo ni nada por el estilo, al llegar al final habia una puerta blanca, parecía como tallada en madera en lugar de chapa tenia una argolla de metal, los detalles de la puerta eran únicos tenia algunas flores finamente detalladas, los pétalos parecian reales tenia una enredadera entre cruzada, que cada diez o quince centímetros se adornaba con una rosa, las espinas al igual eran un detalle magnífico, yo estaba viendo cada uno de los detalles hasta que una voz muy masculina pero que no era la de mi esposo me habló.
- ¿Entraras o te quedaras allá afuera?.
Al entrar a la habitación se veia una cama grande, al rededor había velas pequeñas que por como se podia ver me suponía serían aromáticas, pense si son aromaticas porque no podre percibir su aroma al final de cuentas es mi sueño, de pronto el aroma me llegaba, algunas eran de manzana con canela, otras parecían solo de canela, se dice que esos aromas son para el amor, si es verdad no lo se, unas manos me sacaron de mi pensamiento senti como me recorrían, el abdomen con la llema de los deados, el vestido que tenia esa ocacion era de color negro, muy delgadito eso hacia que resaltara mis atributos, se amarraba justo detras de mi cuello. Cuando una de sus manos llego a mis senos la otra desataba mi vestido, podia sentir el rose de sus dedos sobre mis pesones, no traia nada debajo mas que una muy pequeña braga, un liguero y medias a media pierna, prácticamente iba preparada para hacerlo, no dejaba de morder mi cuello, acompañado de un pequeño besito una ligera mordida, al momento de levantar mis manos y hacerlas hacia atras, para poder tomar su cabeza mi vestido se precipitó al piso, en ese momento sentia su miembro entre mis glúteos, era raro sentir algo diferente a lo de siempre, este a su vez era un poco mas grueso pero quizas mas cortó, yo me retorcia ante las sensaciones, su cuerpo junto al mío, su boca que pasaba de mi oreja a mi hombro del hombro al cuello, y su miembro queriendo abrirse paso para entrar en mí, sin avisar con una mano me toma de la cintura y me gira hasta quedar de frente, el no para de besarme sus mamos se delisan por mi espalda, hasta llegar a mis nalgas me levanta con una facilidad increible, sabiendo que era un sueño pense en ese presiso momento que oportuno seria que mis bragas desaparezcan y asi fue, sin nada de por medió senti como su miembro se abria paso en mí, despues de tantas caricias y besos la humedad era demasiada, así que entrar en mi no fue problema, llevandome cargada hasta la cama con mis piernas entrelazadas en su cintura, me recosto sus movimientos eran lentos pero enérgicos, mis uñas no tardaron en clavarse en su espalda, el no paraba de besarme, con una de mis manos le tome un mechon de cabellos de la parte trasera de la cabeza hasta poder darle un pequeño tiron, que me respondió con embestidas mas fuertes, mis gemidos se escuchaban por toda la habitación, estabamos empapados en sudor, pero el placer era increible mis caderas respondian a cada embestida, el orgasmo no tardaria en llegar, senti como acelereba el ritmo, sus jadeos eran muy fuertes, de pronto senti como sus codos se clavaban en mis hombros para poder entrar totalmente en mi sin poderme escapar, ese cosquilleo recorria mi cuerpo, sentia el climax en cuestion de segundos el comenzó a temblar sus movimientos se hacían torpes pero muy fuertes eso me indicaba que estaba a punto de terminar y así fue, una sensación tan conocida, ahora me resulto tan desconcertante todo cambió, no me había percatado que en todo momento el estaba helado, lo que siempre era una sensación humeda y caliente esta vez era de igual forma huemda pero muy helada, eso me asusto hasta un punto en que quise retirarme enseguida.
Mi esposo que dormia a lado mios me despertó, preguntándome si todo estaba bien porque habia gritado y estaba empapada en sudor frío. Como era de esperarse le dije que habia tenido una pesadilla, el me creyó al momento me abrazó y me dijo -no tienes de que preocuparte aqui estoy yo. Despues de eso seguimos durmiendo.
Por la mañana me sentía totalmente fatigada tenia unas ojeras tremnedas, lo bueno es que era fin de semana no habia que trabajar, todo el dia me la pase en la cama hice mi quehacer y me acosté tome el libro para seguir leyendo, habia un capitulo que hablaba de los íncubus, son demonios sexuales que terminan con la energía de las mujeres a las cuales ellos atacan, eso me lleno de miedo ya que mi cansancio no era normal, mi esposo me veia preocupada y pregunto si todo estaba bien, y le dije que si que no habia ningún problema.
No podia decirle que tal vez habia invocado un demonio que me ataco sexualmente por la noche me juzgaria de loca.
Por la noche después de ver algunas peliculas nos quedamos dormidos, en el sofa cama que esta en la sala, no se que hora era cuando siento un contacto helado en mis piernas, poco a poco las fueron separando en todo momento es un contacto frío, no se como o porque no puedo moverme ni abrir los ojos solo puedo esperar lo peor, algo hace que entre mis piernas el sillón se hunda, no puedo hacer nada estoy totalmente congelada por el miedo, algo se acerca a mi pero no se que es, mis piernas se separan aun mas, algo frion comienza a entrar en mi, parece no tener fin es muy doloroso, por fin se detiene solo para hacerse hacia atras, y volver a entrar una y otra vez el dolor no disminuye al contrario siento que cada vez entra mas y mas en mi eso me esta destrozan por dentro, sigo sin poder moverme trato de quitarme y gritar, abrir los ojos pedir ayuda pero no puedo, esa bestia no se detiene y me hace daño mucho daño, después de algunos minutos de tortura siento que me comienza a voltear hasta quedar boca abajo, eso me da aun mas miedo no quiero ni pensar lo que puede pasar, no se como pero de alguna manera pude abrir los ojos, el terror fue demasiado al ver lo que estaba detrás mío pude gritar eso que estaba detras se inclinó solo para decirme - eres mía y de esto nadie te salva. Despues desapareció, mi esposo despertó.
- ¿Que sucede?.
- Nada amor vuelve a dormir.
- ¿otra vez las pesadillas?.
- ¡Si!. No es nada no te preocupes vuelve a dormir.
Y ahora no se que hacer como decirle que estoy siendo acechada por un demonio sexual y quizas me pueda matar, y todo por buscar donde no debí de hacerlo, no se que hacer lo unico que sé es que tengo miedo de dormir.
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