No me lamento por haberte conocido, sería muy hipócrita de mi parte hacer la victima del destino, la chiquilla que siempre es lastimada y con la que todos siempre juegan, ya hice lo que hice, ya aprendí de mis estupideces, es momento de limpiar mi rostro y seguir adelante pese al peso de mis malos pasos, pero aún así no eres parte de ese peso, no me lamento por conocerte porque si bien fuiste parte de un espacio en mi vida, de todos modos no llegaste a ser tan importante como para vencerme.
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