Porque conoces a una persona y claro, te quitas la coraza. Le cuentas tu
pasado, tus experiencias, tus anécdotas, y en noches de esas que llega
el alba os contáis hasta lo mas oculto... Creas besos. Caricias. Creas
un olor nuevo. Compartes proyectos, puntos débiles, tus fracasos, tus
miedos, ilusiones, a qué has dedicado tu vida, que quieres ser cuando
seas mayor.. Creas ILUSIÓN. Hablas de vivir, de hijos, de tener o de no
tenerlos, de los que tienes. Hablas junto a los amigos, viajas, fotos,
lugares, recuerdos, una canción o dos. Sales y creas amistades de
parejas, confidentes nuevas.... Y un día se agota. Todo. Se agota. Se
desvanece. Y entonces nos volvemos locos y nos decimos todo aquello que
dijimos que no nos diríamos (jamás). Destrozamos todo aquello que
creamos. Y entonces lo escuchas hablar y piensas "¿Quién eres?" Te has
abierto a una persona. Le has abierto tu casa. Tu cama. Tu cuerpo y tu
vida. Y un día uno de los dos se marcha y piensas que es desgarrador.
Que ahora donde metes todo eso. En otro cajón que no volverás a abrir...
Y es que vamos compartiendo nuestras intimidades con ellos o con ellas.
Y un día todo termina y tú te quedas con la sensación entre vacío,
tristeza y un dolor.... que pincha el corazón cada vez que recuerdas
cualquiera de esas promesas. Y ocurrirá otra vez y tal vez otra. Hasta
que llegue una con la que nos quedemos. Juntos. Un equipo de dos. Una
que se acueste en el suelo junto a ti y se quede. De tu mano. Mirándote
como el primer día hasta incluso cuando te odie. Pero hasta ese jodido
momento que triste es ir dejando un poquito de nosotras en cada una de
esas personas que se gira y no vuelve a mirar hacia atrás.---------¿Una
cicatriz más que coleccionar?
No des tu corazon en vano , piensa que quien de verdad lo valore , no te dejara ir ni te harà sufrir.... ►
No hay comentarios:
Publicar un comentario