Esos dos meses pasaron volando y ni me di cuenta cuando
ya estaba en Santiago. Recordé que Liliann iba a ser
cantante, así que prendí la TV en el canal de
música y
justo en ese preciso momento mostraban a los ganadores de un
Reality Show entre los cuales estaba ella: su belleza estaba
intacta y su voz era inmensamente perfecta. Sin pensarlo dos
veces fui al canal de televisión
donde estaba ella y nos reencontramos; la emoción fue tal
que sólo lo demostramos en un largo beso.
Ese día fue infinito para los dos: nos divertimos
mucho y hablamos del pasado. Ella me hablaba sobre la gran
vivencia que experimentó al estar en un Reality y todo lo
que implicaba eso como la fama, los acosos por periodistas,
etc.
Mientras tanto yo trataba de inventar algo porque ella
no podía enterarse que su antiguo novio de la juventud se
había transformado en un traficante de drogas buscado
por la policía en todo el mundo, así que
decidí mentirle y decirle que era un gran empresario y
había hecho un post grado en Cuba.
En ese momento me sentí la persona
más sucia del mundo porque le había mentido a la
persona más importante en mi vida, pero como dicen en el
circo: "el Show debe continuar". ¡Que
patético!
Luego de esa charla decidimos ir al hotel donde me estaba hospedando y pasamos la
noche allí. Al otro día ella debía estar en
el sello discográfico al que pertenecía para seguir
grabando su disco y yo tenía que reunirme con los hombres
de Gallardo (mi socio).
Allí discutimos sobre el cargamento que
debíamos llevar a Bolivia y
posiblemente yo debería hacerlo, pero ya no podía
dejar sola a Liliann y menos dejar que se enterara de esto,
así que le dije a Gallardo que iba a renunciar al cargo y
él me contestó que podía renunciar, pero sus
hombres siempre me perseguirían porque de esto
jamás podría salir.
Eso me preocupó mucho porque podía poner
en peligro la vida de Liliann, así que es mejor
retractarme y seguir con todo esto.
Luego, en la tarde fui a buscar a Liliann y ví
que estaba conversando con un tipo y este trató de darle
un beso a la fuerza: me
apuré e iba a ir a golpearlo, pero ella me dijo que no
porque era su productor y siempre jugaban así, ya que eran
bien amigos.
No tuve mas remedio que soltarlo y él le dijo a
Liliann que yo era muy agresivo y que se cuidara de mí.
Ella lo quedó mirando y le dijo que ya era una
señorita y no andaba con cualquiera y él se
largó a reír.
Luego de esa extraña situación, la
invité a cenar y decidí que era el momento de
pedirle que nos casáramos, porque nos conocíamos
bien y teníamos los medios para
formar una familia. Ella
aceptó encantada y en dos meses más nos
uniríamos en matrimonio. Nunca
pensé que sería la peor decisión de mi
vida.
Estuvimos los dos meses preparando la boda para que
fuera fantástica y no tuviera ningún detalle. A
ella se le ocurrió informar de esto a los periodistas y yo
le dije que no porque quería que fuese más privada.
(No podía decirle que era porque si los policías
internacionales me veían en televisión yo iría a la
cárcel) ella entendió perfectamente, así que
todo estaba listo para la boda.
La boda salió casi perfecta, sólo por una
minúscula cosa: los hombres de Gallardo también
estaban allí. Tuve que excusarme en la cena en la cual
estaban mis padres para ver qué carajo hacían ellos
allí y era para decirme que a mi gran amigo que me
llevó a Cuba lo habían pillado y tuvo que decir
toda la verdad, así que en términos simples y
vulgares estábamos fritos, pero Gallardo y sus contactos
podían aplazar el tramite a unos cuantos años
más.
Luego regresé a la boda y Liliann me estaba
esperando para presentarme a su productor musical y me dijo que
todo lo que había pasado el otro día había
sido un mal entendido y que empezáramos de
nuevo.
Lo miré y me di cuenta de que era una rata que
debía ser aplastada y le di falsamente un abrazo, pero
recibí una gran sorpresa porque me dijo que tuviera
cuidado porque esto estaba recién comenzando. Yo
sonreí y le dije que se cuidara la espalda cada vez que
anduviera con mi esposa.
En ese momento me di cuenta del monstruo en el que me
estaba convirtiendo y que si lo alimentaba más, él
me iba a comer a mí.
Pasaron unos meses y todo marchaba a la
perfección: no habían acosos de parte de ese
productor hacia mi esposa y no habían rastros de la
policía, hasta que sucedió lo que es el milagro de
la vida para algunos y una simple equivocación para otros:
Liliann estaba embarazada.
En ese momento fui muy feliz porque era el fruto de
nuestro amor que iba a
nacer y nadie iba a impedirlo. Iban pasando las semanas y el
doctor decía que iba a ser una enorme niñita y le
pondríamos como nombre Cristal.
Hasta que llegó la semana decisiva en que mi
esposa estuvo en el hospital para dar a luz a mi hija.
Todo salió perfecto: a Liliann no le sucedió nada
anormal y a mi hija tampoco. Lo que me sorprendió fue que
el productor de Liliann la fuera a ver a la sala de maternidad,
pero no le di mayor importancia. Lo importante era que mi vida al
fin podría ser normal.
Eso era lo que yo esperaba, porque sucedieron demasiadas
cosas que cambiaron ese final feliz.
Fuimos bien felices en los dos últimos
años de nuestro matrimonio, pero sucedió algo muy
turbio en el cumpleaños de mi hija: el productor de
Liliann llegó un tanto ebrio al cumpleaños sin ser
invitado apelando a que dejaran ver a su hija, mi esposa se puso
muy nerviosa y se puso a llorar, al ver eso yo lo saqué de
mi casa y le dije que le costaría muy caro si nos volviera
a molestar.
Dijo que Cristal era su hija y no iba a descansar hasta
verla con él. Luego fui a ver como estaban las dos y les
prometí que ese tipo no se iba a salir con la
suya.
Pasaron unas semanas y llegaban muchos mensajes a mi
celular diciendo que ella no era hija mía y que Liliann me
estaba mintiendo, así que no esperé ni un segundo y
fui a casa de ese tipo para arreglar todo de una vez por
todas.
Llegué a su casa y lo golpeé para que
dijera todo lo que tenía que decirme y él me
explicó que Liliann había sido su amante durante
tres largos años, ya que no había quedado en los
finalistas del Reality, así que se vendió para
poder ganarlo
y todo lo que ella tiene, desde la fama, pertenencias materiales y
hasta su hija eran parte de él y ahora reclamaba por lo
que era suyo.
En un principio yo no le creí, pero luego de unos
minutos me quedó todo claro: ella llegó a casa de
ese tipo y abrió con su propia llave y traía bolsas
de supermercado.
Al verme se le cayeron las bolsas y estas traían
unas botellas de vino y champagne. Me dijo que nada era lo que
parecía y todo era un mal entendido, también me
dijo que me amaba. Yo le dije que todo era por la culpa de ese
tipo y en ese momento, el monstruo que llevaba dentro tomo
posesión de mí y tomé mi arma y le
disparé en la cabeza.
Ella no lo creyó y luego cuando reaccionó
me dijo que era una bestia y que nunca me iba a perdonar. Le
pregunté si era verdad que Cristal era hija de él y
no mía y ella dijo que si. Quedé perplejo por un
rato y decepsionado al ver que no era la dulce dama que parecia ..cuando recibí la llamada de mi muerte: era
Gallardo y me decía que la Interpol nos había
encontrado y me andaba buscando por fraude a la
República de Cuba. Mi corazón
latía cada vez más fuerte y mi mente se quedaba sin
ideas. Justo en ese momento llegó la Interpol a la casa
para llevarme a la cárcel.
Liliann bajó la cabeza y me preguntó que
había hecho yo para que la policía me estuviera
buscando, así que le conté todo y ella dijo que era
todo lo contrario al joven que había conocido en Valle de
la Rosa. Yo dije lo mismo porque creía que ella era una
"dama" y sin mas que decir, me llevaron hasta acá. El juez
me halló culpable y me condenaron al
fusilamiento.
Así termina mi cruda realidad en que la
ambición de poder fue el principal responsable de este
amargo final. Creo que escuche en la TV que Liliann la
hallaron muerta en su apartamento y pusieron en custodia temporal
a Cristal. Triste final para una historia de romance,
encuentro y muerte. Ahora me despido porque los guardias ya me
vinieron a buscar y mi fin ha llegado, pero recuerda que lo peor
en la vida es cambiar algo preciado para ti por la fama o por el
poder.
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