Tengo una parcelita
pendiente de terminar,
y tengo la manita…
Lo que no tengo,
es dinerito que gastar.
El obrero tiene fiebre,
la labor esperará;
que el dinero bien arregle,
lo que mal se arreglará.
Y yo sin herramientas,
no hay otra que esperar;
aunque ganas sean cuentas,
no hay manera de empezar.
Si yo fuera un ladrillo
me pondría en el montón;
el obrero que es muy pillo
hoy me dio todo un plantón.
Es septiembre y casi otoño,
las tormentas nos vendrán,
y las hojas, como un moño,
por el suelo quedarán.
Echo en falta seriedad,
la labor no era tan alta;
por enfermo se la salta,
que mejore en Navidad,
y que cobre como malta
su café de suavidad.
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