No te enamores de un principe caprichoso,
enamorate de un guerrero valiente,
de esos que tienen las ideas claras y luchan por conseguir sus sueños.
Las personas no somos trofeos en manos del mejor deportista, somos carne, alma, sueños, miedos y defectos,
no te olvides que mereces a alguien que respete todo eso, porque si no
ama tu cuerpo, tu alma, tus sueños y tus pesadillas, si no respeta tu
pasado y tus imperfecciones, difícilmente va a amar la vida junto a ti.
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