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sábado, 31 de octubre de 2015

ENAMORADA DE MI PROFESOR ----MELANI ( BOGOTÀ)

Nos conocimos por casualidad o por cosas del destino. Estaba en el último semestre de preparatoria, y para recibir mi certificado tenía que hacer servicio social. Busqué lugares dentro de la escuela donde pudiera hacerlo pero todos me resultaban igual de aburridos. Tenía a un amigo haciendo ya su servicio en cierta área, así que decidí hacer mi servicio en el mismo lugar que él. Es ahí donde conocí a quien fue la causa de mis desvelos.
Era un profesor de historia, joven, atractivo y carismático. Casi todas las chicas en la escuela morían por él y regularmente iban a buscarlo al área donde se encontraba. Mi amigo y él se llevaban muy bien así que me lo presentó. Siempre he sido muy reservada en cuanto a conocer chicos, no había tenido novios más que uno, el profesor me pareció simpático pero no le tomé tanta importancia. Convivíamos a diario ya que después de clases se sentaba con mi amigo y conmigo a platicar.
Era muy amable y divertido pero solo con nosotros, con sus alumnos en general era muy serio, y más con las chicas que siempre iban a buscarlo. Mi relación con mi novio iba de mal en peor, lo quería mucho pero no me gustaba cómo me trataba.
Cierta vez le contaba a mi amigo mi problema con mi chico, en eso entró el profesor y sin querer oyó la platica, amablemente se sentó con nosotros y como amigo me aconsejó, a partir de ese día comencé a generar un vínculo de confianza con él.
Pronto me dio su dirección de Facebook y yo lo agregué, así cada tarde después de la escuela charlábamos hasta altas horas de la noche. Poco a poco y sin darme cuenta me fue gustando más y más pero aun así dije que guardaría mis sentimientos. Cierta vez hablamos de queé clase de chicas le gustaba y respondió algo así como que yo.
Sentí un vuelco en el estómago, mi curiosidad aumentó cuando le pedí me la describiera, y con todo respeto me dijo: “me gustas”, casi salto de alegría pero me controlé. Al día siguiente que nos vimos todo fue como siempre, dijimos que eso quedaría entre él y yo.
Tiempo después terminé con mi novio y algunas semanas después de eso el profesor me invitó a comer yo gustosa acepté. Moría de nervios, no charlábamos más que por Facebook ya que en la escuela cada quien tomaba su distancia, era la primera vez que hablaríamos frente a frente.
Me llevó a comer a un pequeño restaurante, la comida era exquisita, luego de eso fuimos a caminar. Durante la caminata charlamos sobre nuestros gustos e intereses. Yo no podía creer que había salido con el profesor de mi escuela, nunca me pasó por la mente que algún día algo así sucedería.
Íbamos caminando por la alameda cuando me tomó de la mano, giré y lo miré, nuestras miradas se encontraron en el momento exacto, nos abrazamos, estaba muy nerviosa no sabía qué iba pasar, él también estaba nervioso…
De pronto nos besamos, sentí que el suelo se movía y que iba a caer, lo abracé fuerte y él me abrazó también. Fue un beso tierno, cálido, quería que no terminara pero de pronto una voz en mi mente me dijo “no está bien”.
Me aparté de él. Tenía una expresión de desconcierto y él al verme de inmediato pidió disculpas, no era su intención faltarme al respeto, en realidad no lo hizo porque yo accedí al beso. Charlamos sobre lo sucedido, le dije que no estaba bien y me dijo que nadie estaba en la posición de decirnos lo que estaba bien o estaba mal. Me confesó que nunca se había sentido atraído por una alumna, sabía que tenía un talón de Aquiles pero nunca pensó que fuera yo. Realmente estaba tan confundido como yo. Sin importar nada aquella salida fue genial.
En la escuela todo normal, cada quien por su lado aunque ya convivíamos y platicábamos más. Tiempo después volvimos a salir, esta salida fue la más significativa para mí. Acababa de cumplir 19 años y me preguntó qué quería de regalo y como yo sabía que tocaba la guitarra le pedí que tocara una canción para mí. Gustoso tocó y cantó para mí,  eso hizo que lo adorara. Nunca olvidaré esa tarde, la forma en que me miraba, una mezcla entre ternura y amor, su delicadeza conmigo, la forma en que me abrazó y me besó cuando terminó de tocar la guitarra.
Ese día me confesó todo lo que sentía por mí, siempre he sido de pocas palabras, casi nunca digo lo que siento y aquella tarde no fue la excepción, quise decirle cuánto lo quería pero no encontré las palabras adecuadas. Aun recuerdo cada una de sus palabras, esa tarde jugamos, reímos, hablamos y comimos hamburguesas, me sentí como nunca y por lo que me dijo él también se sintió bien. Me dijo que se sintió como no lo hacía en años cuando iba en preparatoria, me agradeció por inyectarle vida a su vida. No sé estaba enamorándome pero dentro de mí creía un sentimiento de cariño y amor, habían brotado alas, pero me las tuve que cortar; el sentimiento tuvo que ser aplastado por la razón, no tenía futuro con él, era ocho años mayor que yo para empezar, yo no había tenido más que un novio y él ya varias novias (lo supuse por su edad) además de que él no regresaría a vivir lo que ya había vivido, y yo no me adelantaría a vivir algo que no me tocaba, éramos dos mundos opuestos.
Así que poniendo a la razón de por medio decidí alejarme de él. Aun sin estar de acuerdo respeto mi decisión y se alejó. Después de eso la alegría con la que siempre andaba se esfumó y se volvió más huraño de lo normal, ya casi no lo veía y la última vez que lo encontré de frente, su mirada me lo dijo todo, lo había herido, le había dolido la decisión que tomé.
Salí de la escuela, tiempo después conocí a otro chico y nos hicimos novios, pero a pesar de todo y de que ya no lo veo sigo pensando en el profesor, y me imagino cómo hubieran sido las cosas si me hubiera quedado con él. Lo que viví con él será un lindo recuerdo que siempre guardaré en mi corazón.

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